28.9.25

La fibromialgia y la depresión en un mural zaragozano


Hay trastornos y enfermedades totalmente aceptadas por la sociedad. Todo entendemos que si te has partida la pierna o se ha dislocado un codo, estás con problemas. 

Si tienes fiebre crees que algo no está funcionando bien aunque eso no siempre es cierto. pero en cambio hay trastornos o enfermedades que nos cuesta mucho más entenderlas, aceptarlas, y eso es un gran problema para los que la padecen.

Hay más ejemplos, pero voy a poner sobre la mesa dos casos muy habituales pero diferentemente aceptados por la sociedad. 

La fibromialgia y la depresión. 

Ambas enfermedades, con diversos grados y síntomas, no siempre son bien aceptadas por la sociedad, a veces por la culpa —todo hay que señalarlo— de malas personas que han utilizado estos problemas para su propio interés de medrar, desvirtuando la realidad de unas enfermedades que pueden ser graves.

Ni la fibromialgia ni la depresión se finge. 

Fingen los jetas, los incluso delincuentes que emplean la salud para obtener beneficios. Pero los profesionales médicos saben diferenciar muy bien, los que finjen de los reales.

En medio quedan pacientes de trastornos o enfermedades —depende de su grado e importancia— que necesitan atención médica sin que se les mire como a engañadores profesionales.

Admitimos todos que el cansancio, el dolor no se puede medir como se mide la glucosa en sangre o la tensión arterial. Pero esa imposibilidad fácil de medir los grados no debe llevarnos al campo contrario, a pensar que todos los que de forma crónica ti

Hablar entre nosotros cura y crea amores


El cartel zaragozano es real y puesto en la entrada de un bar. Parece lógico, simple, fácil, sencillo… pero luego no somos capaces de entenderlo y practicar lo que nos dice.

El wifi, internet, las Redes Sociales son maravillosas… si las sabemos utilizar, si las empleamos para nuestro bienestar. 

Pero son una terrible arma maliciosa si se nos apoderan y dejamos atrás otras acciones comunicativas mucho más válidas.

Cada herramienta sirve para comunicarse de forma diferente. Y de momento hablar, mirarse a los ojos, la comunicación visual es insustituible. 

Escribir en un aparato es parte de la comunicación, pero la totalidad es mucho más amplia y sirve para mucho más que para leer.

Vernos, mirarnos, que se nos vea gesticular, que nos podamos tocar o escuchar nuestros giros en el diálogo es fundamental para crear empatías, amores, relaciones… y crear calidad de vida a nuestro alrededor.

Hablar es un fundamento de nuestra vida como seres humanos racionales, y escribir de forma compulsiva no es comunicarse en todas sus variables, perdiendo tantos matices que no siempre sirve para lo que se pretende.